martes, 26 de mayo de 2009

DOGGING: PLACER PUBLICO SANCIONADO EN MEXICO

por tVa.com.mx

Tener relaciones sexuales en la vía pública se considera como faltas a la moral, genera una multa desde 500 hasta 3 mil pesos.

Los lugares para el sexo son variados, no siempre son en una recámara o el interior del hogar, esto se debe a muchos factores, uno de ellos las ganas de vivir cosas nuevas, de romper la monotonía y aumentar el grado de éxtasis; también de que no siempre hay tiempo o espacio para el sexo, por lo que hacerlo en casa puede no ser la mejor opción.

Una de las prácticas sexuales es el dogging, cuyo término tiene su origen en Gran Bretaña, donde en los años 70 los hombres paseaban a su perro (dog) y espiaban a parejas furtivas teniendo sexo al aire libre.

El dogging se realiza al aire libre, en parques, bosques, autos; existen grupos en Francia, Italia, Bélgica y ahora América Latina. Cabe destacar que esta práctica no es con el fin de atraer voyeurs, ni se considera una práctica exhibicionista, es solo una expresión física y sexual, esto por la relación que puede existir con las expresiones comportamentales de la sexualidad, donde el dogging forma parte de ellas.

En México esta práctica no está permitida, ya que tener sexo en la vía pública se considera como faltas a la moral y genera una multa que puede ir desde los 500 hasta los 3mil pesos. Según un sondeo realizado por El Universal, la mayoría opina que no sería una práctica muy popular, porque aún somos muchos habitantes y la educación es menos abierta.

Sin embargo, esto no significa que no se realice, ya que en la red hay foros donde se busca esa práctica, pero no hay algo establecido.

La sexóloga Carolina Londoño en ciudad.com.ar aclara que "no se trata de enfermedades sino de gustos eróticos y que todo depende de la estructura personal de cada uno, su historia y sus relaciones con el resto".

Por otro lado, el dogging no es exclusivo de las parejas estables, sino que en algún encuentro casual puede darse la oportunidad, lo que lo hace común en ascensores, probadores de tiendas y un sin fin de lugares más; el sexólogo Sergio Valencia en terra.com.mx comenta que es "erotismo puro, sólo placer por placer en búsqueda de satisfacer la sexualidad".

En el respeto a los demás está la clave, por más que se quiera, si esto interfiere con la vida de alguien más, no debería realizarse; como toda práctica tiene sus límites, ya que dependiendo el lugar donde se realice, puede cometerse un delito o generar otros, y ante todo lo más importante es no violentar la voluntad de nadie.

En países como España hay una red que realiza foros donde los doggers se citan afuera de las ciudades en zonas solitarias para no ser molestados por nadie. Después definen si acuden y en qué plan, ya sea a mirar, ser visto, tocar o ser tocado.