miércoles, 28 de julio de 2010

Compartir fantasías sexuales para hacerlas realidad


Conoce el decálogo que te permitirá abrirte con tu pareja e intercambiar impresiones de sus sueños eróticos; hablarlos, les ayudará a llevarlos hasta la recámara.

Según algunas investigaciones el 55 por ciento de los hombres y el 20 por ciento de las mujeres tienen al menos una fantasía sexual al día. Pero ¿qué pasa con todas ellas? ¿Acaso se hablan, se nombran, se trabajan, se ponen en práctica? Yo creo que la gran mayoría no.
Algunas amigas que tienen muchos años de casadas o que tienen una relación larga de noviazgo, me han confesado que no han revelado todas las fantasías sexuales a sus hombres debido a que sienten "vergüenza" de nombrarlas, decirlas o que el hombre en cuestión "piense mal de ellas" y hagan preguntas incómodas como: "¿Dónde escuchaste o viste eso?" "¿Por qué lo quieres? ¿Estás viendo a alguien?".

Y me atrevo a decir que una gran mayoría de las veces cuando alguien habla de lo que quiere o le gustaría en el sexo para innovar, para hacer realidad sus sueños eróticos y húmedos, no lo hace por ninguno de esos motivos. Justamente lo hace porque quiere cumplir sus fantasías con la persona a la que ama y no con alguien más.

Ésa es una de las razones por las que las parejas (más comúnmente las mujeres) lo callan: temen el rechazo, la crítica o causar problemas debido a suspicacias al interior de la pareja.

Pero entonces: ¿cómo decirlo si es una necesidad tan común? Primero hay que saber que las fantasías sexuales son naturales, en hombres y mujeres, y que son pensamientos o imágenes con contenidos sexuales que se tienen de manera consciente o inconsciente y que pueden provocar placer.

El principal motor de la fantasía sexual es la imaginación y por ello mismo éstas pueden ser tan diversas como diferentes son las personas en el mundo, así como su contenido, duración, desarrollo y conclusión. Algunas pueden ser perversas, otras románticas y juguetonas, unas más pueden involucrar a terceras personas. Aquí una breve guía que te ayudará a saber cómo compartir tus fantasías sexuales.

1. Prepara el terreno, no hables de las fantasías en un momento de tensión, luego de una pelea o en un momento incómodo, delante de otras personas.

2. Elige un momento sexy (generalmente mientras ambos estén en el preámbulo del juego sexual o luego del orgasmo) y comienza a tocar el tema con un "¿Sabes? Algún día me gustaría...", "me imaginas vestida de...", "me pondría muy caliente que un día...". Dependerá del grado de confianza en la pareja.

3. Comienza con alguna fantasía inocente y poco a poco ve llegando a las más fuertes. Cuando él o ella se muestre interesado. Entonces puedes preguntarle acerca de sus propias fantasías. Hablen de manera juguetona de ello y debes saber que tienes que estar preparado para escuchar las de él o ella.

4. Si estas fantasías no concuerdan con la escala de valores del otro o incluso con sus creencias, tratar de aceptar la negativa de una manera inteligente.

5. Nunca censures la fantasía del otro. Si no te gusta, no la entiendes, te parece muy rara o es algo que jamás harías, dilo y por qué. Es mejor la sinceridad y la honestidad, que guardar rencor o criticar de manera callada los deseos del otro pues esto tarde o temprano saldrá a flote y será mejor hablar todo de manera directa.

6. Si ambos han hablado ya sobre sus fantasías, entonces pónganlo en práctica de manera divertida. Pongan fecha en el calendario o simplemente tomen por asalto al otro como sorpresa para cumplirla.

7. Comunicar las fantasías, algo tan íntimo (por ejemplo, la fantasía callada de muchas mujeres que es tener sexo con otra mujer) puede mejorar la comunicación en otros planos de la pareja. Entonces, eso quiere decir que no sólo el sexo mejorará e innovará, sino también la vida de pareja.

8. Lo único malo de las fantasías sería afectar a terceros en cualquiera de sus formas (emocional o físicamente), pero sin este punto, entonces la fantasía sólo está hecha por nuestra imaginación para disfrutar. ¡Así que a hacerlo!

9. Hay parejas que han compartido su fantasía de hacer tríos y muchos se han arrepentido de ello, cuando descubren que no son parejas preparadas para ello, que lo hicieron con alguien conocido o una amiga cercana (debido a las futuras implicaciones que ello pueda tener) o cuando la marea de celos se hace presente. En este caso, les digo, pongan en práctica fantasías a la altura de la calidad y comunicación en la relación, de otra manera sería contraproducente.

10. No tengan miedo de perder el control sobre la fantasía. Pongan reglas claras (por más sencillas o inocentes que parezcan) y cúmplanlas. Comiencen con una fantasía ingenua y sigan con las más fuertes. Las primeras, verse ambos en otro terreno, el del juego, les ayudará a abrir la experiencia y confianza para seguir con el resto.