Los encuentros eróticos en el trabajo es algo normal, pero si lo haces con tu superior puede ser complicado si no se establecen acuerdos. Aquí algunos consejos para vivir esta experiencia a plenitud
El amor o sexo de oficina es una de las fantasías más recurrentes, sean solteros o casados. Tener relaciones en la sala de juntas o en donde sacan las copias es algo que más de uno ha hecho o deseado.
El asunto cambia cuando hablamos de tu jefe o jefa, pues no es cualquier persona, representa una figura de autoridad y de él o ella depende, en gran medida, tu futuro profesional.
El sitio Educasexo.com, comenta que el trabajo es el lugar propicio para enredos sexuales. El jefe es el que causa más controversia, por una atracción irremediable a figuras de poder, siendo éste el más cercano.
De acuerdo con el sitio, en las mujeres la erótica se impone, ya que el cabecilla representa la representación del éxito, y los sueños o fantasías con él son comunes, y no se descarta el romance.
Para ellos, suele pasar algo similar, sin que sea igual, tienen que ser hombres que gusten que los dominen, o con preferencia por mujeres dominantes; es normal la proyección de deseos o fantasías, pero dar el paso no es sencillo.
¿Por qué nos gusta el jefe?
El sexólogo César Pérez comenta que en una fantasía sexual entra todo, "incluso algo con tu jefe o jefa. Es decir, en una atracción todo se vale, puede ser por la apariencia física o la relación cercana que se llega a tener y el rol de poder y autoridad que juega sobre la persona".
Cabe destacar que es una fantasía porque siempre es algo un tanto prohibido, principalmente por ética. "De hecho, hay empresas donde lo impiden terminantemente; incluso, es causa de despido. Es una cuestión de madurez y habilidades, de separar una relación laboral con roles, protocolo y reglas de una relación amorosa o sexual", dice el especialista.
El estado civil del jefe o el empleado es importante pero no es lo más, ya que no hay diferencia entre una relación ordinaria donde uno esté comprometido, es decir, la infidelidad existe sin importar el cargo o relación laboral.
El free puede ser una opción si están de acuerdo, ya que en estos casos "suele pasar que uno de los dos se enamora, y si el otro está con alguien más, la relación se torna muy turbia; sobre todo, cuando se exige algo más formal", comenta César Pérez.
Si es amor, ¿sí se puede?
Si realmente hay una relación afectiva entre un jefe y un empleado, más allá de la fantasía o peligro que representa, es tan viable como cualquier otra relación. Al respecto el sexólogo argumenta:
"En el trabajo llegan a pasar más tiempo que en casa, donde además encuentras gente que tiene gustos similares, comparten un espacio y ocupaciones, es algo relativamente normal".
"Nadie está exento de sentir atracción, cercanía o gusto por la gente que le rodea, sobre todo si cumple expectativas físicas, emocionales, entre otras. No por eso tiene que darse, puede que nunca suceda".
Para tener en cuenta
*El sitio Hoymujer.com, dice que salir con el jefe no es algo bueno, ya que en el peor de los casos perderías el empleo si no accedes a sus insinuaciones. Por otro lado, la imagen estaría en jaque pues señalarían que gracias a "tus actividades extracurriculares" conseguiste lo que tienes. Para evitar lo anterior, es necesario ser discreto (a).
*Ten cuidado de no ser la comidilla del trabajo, siendo profesional en todo momento, aunque la relación sea formal y de dominio público.
*El libro Sex and Businees de la sexóloga norteamericana Shere Hite recomienda que una vez que estén en la alcoba, se olviden de las jerarquías. Así lograrán tener un equilibrio en la relación.
*Si se tiene una relación es importante respetar el espacio vital del otro, y no llevar cosas del trabajo a casa ni al contrario.
En una encuesta hecha por newwomancom.uk a 2 mil mujeres, 20 por ciento dijo estar preparada para mantener relaciones sexuales con su jefe "sin importarles si les gustaba o no, si esto representaba un ascenso seguro en su carrera". Dos de cada 10 mujeres han tenido relaciones sexuales con su jefe y el 15 por ciento de éstas terminó casándose con él.