jueves, 9 de julio de 2009

FETICHISMO PARA PRINCIPIATES


¿Sabías que la imaginación es el órgano sexual más grande? De ahí que el fetichismo sexual sea uno de los juegos que a muchas mujeres nos encantan.

"El jardín de las delicias"

Te has preguntado ¿por qué la fotografía de una bota de charol y tacón alto, sin siquiera saber si hay un pie femenino dentro, ya te produce ciertos calofríos eróticos? Bueno, la imaginación es nuestro principal motor y, como bien sabemos, es el órgano sexual más grande, así que a aumentarlo ¿no? De ahí que el fetichismo sexual sea uno de los juegos que a muchas mujeres nos encantan.

Tacones altos, lencería coqueta y transparente, ropa de piel, látex, medias, alpargatas de acrílico, ligueros, un maravilloso brassier push up. Pero... ¿por qué no ir más allá y pensar en un látigo, en esposas cubiertas de peluche rosa, de metal o de cuero? ¿Por qué no ser fetichista por un día?

Aunque hay quienes practican y aman este lado perverso de la sexualidad para jugar de manera profesional, puedes comenzar siendo un fetichista en casa y por sólo una noche, tal vez. El fetichismo es la devoción hacia ciertos objetos, es decir, objetos que en sí mismos nos producen placer (puede ser un corset, determinado tipo de ropa, zapatos, lencería, etc.)

Para serlo por un día no tienes que gastar grandes cantidades de dinero en una sex shop; muchas veces te sorprenderás de lo excitante que puede ser aquello que se encuentra en casa o que usas normalmente y que está en tu guardarropa. A fin de cuentas se trata de cualquier cosa que pasará de ser una simple pieza, a un objeto de placer sexual.

Pero: ¿Cómo usar estos fetiches y darles ese valioso plus sexual para nuestra vida erótica? Pues basta sólo eso, encontrar algo que nos produzca cierto placer al tocarlo, verlo o usarlo. Aquí algunos de los fetiches que les recomendamos para quedarse en casa y disfrutar en pareja largas noches.

Lencería erótica

Puede resultar divertida y de gran ayuda para la excitación. Compren pantaletas que dejan descubierta la vulva o brassieres con pezón descubierto y jueguen con ligueros negros, de colores y medias de diseño llamativo. Si ella usa unas botas altas, mucho mejor. Ella puede realizar algún baile erótico frente a él o en sus piernas y comenzar el juego.

Pueden usar también telas transparentes, satinadas, de colores fuertes o simplemente telas de diseños de leopardo o cebra para tocarse. Pueden tocar las telas o pasarlas simplemente por la piel de cada uno, el clítoris o el glande, para tener una sensación diferente a la de los dedos o un dildo. Un roce constante con una pequeña tela en el clítoris de ella, le provocará un placer que comenzará de a poco, y al final le pedirá al hombre no parar, esta vez con su pene.

Tacones altos

Sencillamente no hay hombre que no sienta placer de ver a su mujer o a cualquier otra mujer en zapatos altos: es un significado de elegancia, porte y buen gusto. La connotación sexual es también muy fuerte. Por ello es importante que, a pesar del acelerado ritmo de vida sobre todo en las grandes urbes, las mujeres no pierdan la costumbre de usar zapatos sexys. Por eso, hacer el amor con zapatos puestos podrá enloquecerle a él, pero mucho más a ella. Además, pueden encontrarle otro uso a los zapatos altos, como que ella te pase el tacón por la piel mientras estás recostado o que simplemente llegue a ti desnuda y sólo vistiendo unas maravillosas zapatillas altas. Verán ambos que el lado fetichista siempre tiene sus lados buenos.

Corbata

¿Has pensado en darle otro uso a la corbata que no sea el de cumplir con la formalidad del trabajo? En alguna noche de extrema locura pueden usarla para que uno ate al otro a la cama, al sillón, a la silla, incluso a la regadera del baño (claro, con sus debidas precauciones), una columna o cualquier otro lugar que se les ocurra.

Para esto, sólo necesitarán una o dos corbatas que deberán amarrar a las muñecas y otra más para los ojos. Estar bajo la dominación y control del otro, sin saber lo que hará, es sumamente excitante (siempre y cuando los dos aprueben esta práctica. Hay gente a la que definitivamente puede causarle malos ratos ser vendado o esposado). Pero como parte del juego pueden, una vez que el otro está amarrado y con los ojos vendados, usar lubricante, hacer masajes coquetos, tocarse en lugares inesperados o hacerse cosquillas con plumas.

Si luego de lamer los dedos de los pies, soplar al oído, acariciarse el clítoris o el glande, llega la penetración sorpresiva y lenta, el placer, será maravilloso.

Medias

Es otro de los artículos más buscados para las fantasías. Aquello de rasgar las medias con los dientes es sumamente erótico para la fantasía femenina. Así que hombres, pongan manos a la media y, sin previo aviso, arránquenlo de sus piernas (si esto dará lugar a una excitante sesión sexual, en lo último que pensará ella será en el costo de las medias y en que quizá eran sus favoritas).

Por eso, así como con el calzado sexy, mujeres, no dejen la costumbre de usar medias que despierten la libido también. En el mercado hay una gran diversidad (de red, de encaje, para ligueros, individuales, descubiertas de atrás o de adelante, negras, de colores, con costura atrás) de ellas. Las medias pueden servir como artículo fetiche para el sexo y hacer una especie de bondage (que son atamientos con una fuerte carga erótica, realizados en una persona vestida o desnuda), pero light.

Pueden quitarlas (si es que no quieren hacer el amor con las medias puestas) y usarlas para atar las muñecas suavemente, pueden usarlas para hacer cosquillas en su vientre, clítoris y pies.

Ligueros

La maravilla del erotismo fetichista: una simple liga de color cubierta con encaje se puede convertir en una delicia para el juego sexual. El liguero es irresistible en cualquier mujer. Entonces, es cuando este objeto puede hacer casi magia. Colocados en el muslo de ella pueden ser altamente eróticos, pero ¿han pensado darle otro uso después?. Una vez que ella haya rozado con el liguero algunas partes suyas como pechos, vagina, trasero o pies, pueden hacer un anillo en la base del pene con él. Así, el hecho de que el objeto haya tocado la piel de ambos puede ser erótico.

Pelucas

Aunque no muchas mujeres se atreven a usarlas, a muchas les gustaría usarlas por lo menos una vez. Que ella parezca una mujer diferente con la cual tener sexo puede ser muy excitante ¿no? Hoy no son tan caras y existen largos, colores y estilos como imagines. Vayan de compras juntos y elijan las que les despierten más sensaciones. Así, un día ella podrá ser rubia, pelirroja o trigueña. Con ello podrían entablar juegos sexuales de ser personas desconocidas o diferentes. Si, al mismo tiempo, ella puede usar pupilentes de colores, el juego será más excitante.

Látigos

Si no eres experto en ellos, hay que usarlos con cuidado pues sin quererlo podrías lastimar a tu pareja. Hay que usarlo primero con delicadeza y luego comenzar a usarlos para sentir placer en un juego consensuado y seguro. Pero esta vez, en este fetichismo para principiantes les sugeriremos otra forma de usarlos. Si atas a tu pareja antes de proveerle su castigo e incluso le das otros castigos más como jugar con plumas en su piel, puede resultar divertido.

Comida


Usar fresas, cerezas, uvas, crema chantilly, miel, leche condensada o chocolate líquido con seguridad y limpieza puede ser muy divertido y dar un giro gourmet al sexo. Pueden decorar el seno de ella en crema batida con una cereza en el pezón o el pecho de él con una línea de chocolate que puede llevar a la mujer a continuar con el pene. Usar estos productos en los genitales es riesgoso para la salud, pero ello no exime de usarlos en el resto del cuerpo. Así ambos prepararán su propio banquete sexual. El fetichismo es sólo un juego y como tal debe practicarse, con seguridad, salud y limpieza.


¿Qué es el fetichismo?

Es el culto a determinados objetos materiales que adquirió su significado erótico-psicológico en el siglo XX, en el que el fetichista toma un objeto determinado para reemplazar con éste al ser humano y transformarlo en ése oscuro objeto del deseo.

También aparece en las sociedades en las que la represión sexual era tan fuerte y el sexo era visto como una gran falta o un pecado, que la psique buscaba otras formas de liberarse de esa coerción.

Se dice que la elección de un fetiche se remonta a la infancia, a los tiernos años en los que uno se introducía determinados objetos a la boca o los tocaba por interminables minutos.

El fetichismo llevado a un grado de parafilia puede ser peligroso ya que el que se siente identificado con un objeto fetiche fantaseará con él, y puede llegar a robar estos objetos de otras personas o sustituir el sexo con él.

La palabra fetiche viene de "feitiço" que en portugués significa "magia" o "hechizo" o de "feito" que significa amuleto.