martes, 26 de mayo de 2009

¡¡¡¡¡¡SOY ADICTA AL SEXOOOO!!!!!


El gusto por tener muchas relaciones sexuales no necesariamente es algo placentero; existe la ninfomanía y satiriasis que tienen efectos negativos

No cabe duda que el tener relaciones sexuales o prácticas relacionadas como la masturbación, son de sumo placer para la mayoría de las personas, por lo que esas ganas y deseo de satisfacer esas necesidades están latentes gran parte del tiempo. Sin embargo, para la mayoría existe un tiempo, lugar y persona.

No es que se esté a favor o en contra de que se satisfagan los bajos instintos, después de todo el sexo es algo natural, y cada persona decide, al ser dueña de su cuerpo, qué es lo que hace con él.

Sin embargo, el tener relaciones sexuales o prácticas en demasía, siempre tiene sus consecuencias, y no son siempre positivas, incluso, no necesariamente es algo que se controle. Va más allá de si es bien visto o no el que alguien sea promiscuo o adicto al sexo.

La hipersexualidad o adicción al sexo, es el deseo de mantener un nivel de comportamiento sexual humano lo suficientemente alto como para ser considerado clínicamente significativo.

Las causas de la adicción pueden ser orgánicas, es decir, que se debe a lesiones, tumores o por accidentes angioencefálicos; también emocionales, donde puede creerse que las relaciones sexuales es la única forma de comunicación, asimismo puede ser por un trastorno psiquiátrico de obsesión por ciertas situaciones que hace que la persona incursione en actos que están relacionados con alteraciones de su vida social.

El sexólogo César Pérez del Imesex nos comenta:

"Primero hay que identificar qué es el sexo frecuente, lo cual, es algo relativo, para una persona tener relaciones una vez al día es tan normal como lo es para otra tenerlas una vez a la semana; entonces lo "normal" no existe jamás en sexualidad." Cada pareja (si es que existe) decidirá en concenso qué será lo que a ellos les plazca, definirán la frecuencia del sexo.

Y si me gusta mucho el sexo...

El que a alguien le guste mucho tener relaciones sexuales no es algo malo, siempre que haya los cuidados pertinentes y se esté consciente de las consecuencias que puede haber, como las relacionadas a si se hace con una o varias parejas, con o sin protección, lo que repercutiría en infecciones de transmisión sexual, entre otras cosas.

El término ninfomanía, se relaciona a las mujeres y su excesivo gusto por las relaciones sexuales, pero lo característico de este problema y que lo diferencia de la promiscuidad, es que es un apetito sexual exagerado (lo normal no se define), pero tienden a dominar el pensamiento y a no sentirse satisfechas.

"Son mujeres insaciables (sexualmente hablando), no sienten satisfacción, lo cual hace que aun cuando tengan muchas relaciones sexuales sientan la necesidad de más y más; en los hombres se llama "satiriasis".

Lo importante aquí es que la adicción al sexo se vuelve un problema, porque se dejan de lado las demás ocupaciones; "es como decir "no me importa dormir, comer, trabajar; lo que me importa es el sexo y ya".

Muchas veces no es sólo el tener ganas, sino que el satisfacerlas puede meter en serios problemas a la persona, pues esa necesidad puede hacer que tengan relaciones en un lugar público (lo que implica sanción), que paguen por sexo o pornografía, entre otros.

Síntomas

Los síntomas son en teoría fáciles de percibir; la persona tiene deseos desmesurados por tener sexo, esto sin importarle si la otra persona, sea su pareja o no, se satisface; ante una desesperación es capaz de forzar a alguien a tener relaciones, esto porque pierde el control de su voluntad en materia sexual; tiene muchos cambios de pareja y busca la pornografía (adulta o infantil).

Otro factor importante es que se pueden evidenciar actitudes de alguna otra expresión comportamental, que incluso puede juntarse con drogas o alcohol.

Tenemos entonces que la adicción sexual no es sólo el querer tener relaciones a todas horas, sino el cómo afecta en la vida cotidiana. Las pérdidas pueden ser tanto afectivas como económicas; el no poder entablar una relación sentimental, pues ese no es el fin; perder la noción de lo que se hace y lo que no. Cabe decir que si se detecta este problema se puede tratar, aunque es difícil que se quite del todo, pues queda siempre la posibilidad de una recaída y en su mayoría la causa predominante es genética.

Si te gusta el sexo diario, no significa que seas hipersexual, sin embargo, para poder satisfacer las necesidades, la pareja deberá tener esas mismas características, de no ser así, jamás se debe forzar a nadie a tener relaciones, ni buscar alternativas si es que se tiene una pareja; si es que tienes más de una, tampoco significa que seas adicto al sexo. No hay en este caso diferencia entre hombres y mujeres, ambos pueden presentar hipersexualidad.

¿Eres adicto al sexo?, ¿Crees que es un problema?
Cuentame tu caso